En esta
casetina, la tradición serradillana, sitúa a fray Pedro de Alcántara, en sus
correrías por esa sierra, aunque no hay documentación que lo atestigüe. Sí hay dos
testimonios recogidos en el proceso de Beatificación en Plasencia, y que sitúa
al santo por las calles de este pueblo extremeño.
Os trasncribo los dos testimonios de vecinos de este precioso pueblo.
La primera que aparece es una tal Doña Inés Suárez de Trejo, vecina de Serradilla y que conoció al santo,
cuenta el respetuoso homenaje del público al verle por las calles. Y nos lo
dice ella en el Proceso de Beatificación en Plasencia, dice así: “asegura que le vio en ocasión de una fiesta
de que esta testigo, en compañía de su tía, venían del monasterio… y esta
testigo y las demás personas que venían con ella entendieron que aquel ruydo se
movió por la admiración y espanto que causava en todos la vista deste grande
baron por la opinión y fama que tenía entonces su gran santidad”.
Otro vecino que aparece es un tal Juan Martín de Don
Gil el mozo, natural de Serradilla y que manifestó, también en el mismo proceso
de beatificación, haber visitado una y muchas veces la celda de fr. Pedro, “que no tiene más de cuatro pies y mediio
poco más o menos y que dentro della estava una corchita sobre la qual el dicho
padre fr. Pedro decían estava de ordinario y le servía de cama y también estava
un canto en que se decía reclinava su caveça y que no dormía echado sino de
rodillas sentado sobre ellas encima de la dicha corcha más de ora y media que
era el sueño ordinario que dava a su cuerpo”.
Os adjunto el enlace en el que aparece dicho artículo.
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